Un retrato necesario de la pobreza infantil

Caminando hacia el colegio

Encarni camina hacia el colegio junto a su madre, su tía y sus dos primos

 

La primera vez que la vi tenía el brazo derecho escayolado a la altura del codo. Enseguida le pregunté y me contó que se había caído al suelo desde la cama de arriba de la litera mientras dormía. Después sabría que se llama Encarni, que tenía 11 años y  vivía con diez personas en una pequeña casa que fue portería en el barrio malagueño de la Palma-Palmilla. Su padrastro, Antonio Delgado, se encargó de reciclar parte de una mesa para construir una baranda y colocarla a a lo largo de la litera con el fin de que la niña volviese a caerse. Antiguo trabajador de la construcción en paro desde 2007, también puso ladrillos para crear más habitaciones en los pocos metros cuadrados en los que habitan.

Sólo unos días antes, un periodista de investigación y documentalista me había escrito desde Nueva York pidiéndome que colaborara con él en la grabación de un pequeño vídeo que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNICEF le había pedido de cara a la elaboración del informe «Los niños de la recesión: el impacto de la crisis económica en el bienestar de los años de los niños en los países ricos», que se publicó el martes 28 de octubre.

La idea era mostrar cómo la crisis económica ha castigado seriamente a los niños en los países ricos poniendo rostro y voz infantil a las cifras alarmantes que alertan de este gran problema. Al menos así lo entendimos nosotros. Se trataba de la primera vez que este organismo internacional realizaba un trabajo sobre la situación de los niños en las naciones ricas.

Antes de que el periodista viajase desde Nueva York a Málaga hubo un trabajo previo de búsqueda y el envío de una pequeña entrevista a Encarni a UNICEF Internacional. Y nos dieron el visto bueno para continuar. Así que el periodista Bob Coen viajó a Málaga para la grabación.

Una vez que estuvo en Málaga a comienzos de octubre pasamos cuatro días con la familia y en su entorno, muchas h0ras cada jornada, conociendo primero, hasta que se sintieron cómodos, y grabando después a Encarni , sus allegados e imágenes del barrio, uno de los más desfavorecidos de la capital.

Accedieron voluntariamente a desnudarse para UNICEF, a mostrar su vida diaria, cedieron sus imágenes previa firma con el propósito de esta organización de promocionar los derechos de los niños y niñas, la paz y la tolerancia en el mundo.

Lo hicieron porque entendieron que el rostro y las respuestas de su hija Encarni  podían transmitir bien las necesidades que están pasando miles de niños en España y así concienciar sobre la premura de dedicar más recursos y ayuda a las familias que como ellos lo están pasando mal. 

Grabamos a Encarni, su tía y su madre en su camino de ida y vuelta a Er Banco Güeno, un comedor social autogestionado que ocupa una sede bancaria desde hace dos años, donde casi todos los días se aprovisionan de comida.

Uno de los días llegamos a la casa al amanecer, justo cuando sonaban sus despertadores para estar presentes en su rutina desde temprano, para ver cómo desayunaban, cómo se turnaban para asearse en el único cuarto de baño para once personas, cómo era su camino diario hacia el colegio.

La madre de Encarni tuvo que lavar una noche un pantalón negro de su hija para que se pusiese el mismo para ir al colegio al día siguiente y así componer el vídeo de forma que pareciese un solo día. El día que grabamos la entrevista de Encarni, principal hilo conductor del vídeo, recuerdo que le dolía el estómago que su madre la tuvo que recoger del colegio, y aún así estuvo 45 minutos contestando nuestras preguntas sentada al borde de una cama de matrimonio y lo hizo muy bien. Porque tenía ilusión de verse y oírse en un vídeo que iba a difundirse por muchos países con el propósito de crear conciencia sobre la pobreza infantil.

Fueron sólo varios días, pero entablamos una buena relación de confianza con Encarni y su familia. Hubo un compromiso: vosotros nos abrís las puertas de vuestra casa y nos contáis como vivís y nosotros (que representábamos a UNICEF) de la forma más honesta mostramos vuestra historia en un vídeo en el que aparece Encarni como protagonista.

foto Encarni y su prima en la habitación de su casa

Encarni hace los deberes del colegio mientras su prima lee un libro en la litera de arriba

 

Bob Coen elaboró un vídeo excepcional, de cuatro minutos, lleno de fuerza y simbolismo, tal y como le había solicitado Unicef Internacional. Pero para nuestra sorpresa el Comité Español de UNICEF no quiso difundirlo con el Informe «Los niños de la recesión» alegando en principio razones legales de intromisión a la intimidad y atentado contra la dignidad y más tarde con el argumento del posible estigma de la niña debido a su pobreza.

En su lugar se publicó una versión corta, de apenas 45 segundos, sin el rostro de Encarni, ni de sus familiares, ni su casa, sólo con su voz y una advertencia: «La identidad de Luisa ha sido protegida».

 

 

El fiscal de Amparo de Menores de Málaga emitió un documento con fecha 24 de octubre en el que afirma sobre el vídeo original que «del exámen del DVD  por esta Fiscalía  no se observa que exista una intromisión ilegítima en la intimidad, honra o reputación de la menor por cuanto se limita a narrar sus condiciones normales de vida, desprendiéndose del mismo la existencia de una amplia red familiar y social que le ayuda a sus necesidades».

La familia de Encarni no se sintió bien cuando vio la versión final. Fui testigo de ello.  Y no comprende por qué finalmente no sale el rostro de su hija y se reducen a tres frases sus palabras. Piensan que es injusto después de tanto tiempo de entrevista y grabación.  El vídeo amputado hace incomprensible la historia que tan bien hilaba el original. Encarni dice que ella no se llama Luisa y que «qué mala suerte» ha tenido con todo esto, que quería que sus amigos la vieran.

La curiosidad de los medios locales malagueños por identificar a la protagonista española del vídeo de UNICEF, ha hecho que finalmente Encarni y su historia aparezcan en los periódicos locales y varias televisiones nacionales.

Pero no comprendo aún por más que le doy vueltas por qué el Comité Español de Unicef no quiso difundir el trabajo original.  Pienso que el bloqueo obedece más a razones políticas y económicas que a la protección de la menor en cuestión. ¿Por qué no nos avisaron antes de que la imagen del menor no podría ser difundida en España?

A todo esto ¿por qué no se puede ver el rostro de Encarni y sí muestran por doquier imágenes de niños negros apelando a nuestra sensibilidad para captar fondos destinados a África? ¿Por qué sí pueden usar la imagen de Encarni para presentar el informe en un país como Turquía como se ve en la imagen que sigue?

Imagen de Encarni para presentación informe en Turquía

Imagen de Encarni en el informe de Unicef presentado en Turquía

Y por otra parte ¿quién vela por los derechos de los menores de otros lugares del mundo cuyas imágenes aparecen en la televisión y periódicos, niños de otros países enfermos, desnudos o muertos?

Yo también quise contar la historia de Encarni en mi último artículo: http://www.ipsnoticias.net/2014/10/la-pobreza-infantil-espanola-desde-los-ojos-de-encarni/ 

El documento  de UNICEF “Los niños de la recesión”, que analiza 41 países considerados ricos, indica que el índice de pobreza infantil en España pasó de 28,2 en 2008, a 36,3 por ciento en 2013, e incluye a este país entre los “más afectados” por la crisis económica junto a Chipre, Croacia, Grecia, Irlanda, Italia y Portugal.

El de Encarni es un retrato necesario, me dijo una amiga periodista. Creo que sí lo es.

 

 

 

 

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