Violencia de Estado

Tardaron casi dos días en identificarle. Las llamas le borraron las huellas digitales de las manos que extendía cada día para pedir «la voluntad» a los conductores que aparcaban sus coches en la explanada cercana al mayor hospital de Málaga. A. H. A, marroquí, de Ceuta, casado y con dos hijos.  Albañil en paro asfixiado ...