Me contó que esa misma mañana su hija se había desmayado cuando fue a hacerse un análisis de sangre. La tensión le jugó una mala pasada. Esperaba en la sala, ya le tocaba entrar. En el hospital, la persona detrás del mostrador repetía en voz alta el nombre de un niño, el nombre masculino que leía en el papel que tenía delante y que aparentemente no correspondía con la niña que esperaba nerviosa su turno pese a ser la misma persona.Una niña con nombre de niño
Un niño de 9 años que nació con genitales masculinos pero que se siente niña y por eso le gustaría que le llamasen con su nombre femenino en el hospital cuando llega su turno, como ya lo hacen desde hace un año en su casa o en la escuela. Así sería más natural y fácil para ella y su madre que ha decidido dejarle el pelo largo por fin tras tantos años cortándoselo a la fuerza, dejar de negar y reprimir, y acompañarla en todo momento.
Si antes no quería salir de casa, ahora esta niña es feliz. Cuando ha visto reconocida y apoyada la identidad femenina que siente y que viene reclamando desde chica cuando en cada cumpleaños se disfrazaba de una princesa diferente. Los días que tiene gimnasia en el colegio se viste con falda y guarda en una mochila el chandal y las zapatillas de deporte para cambiarse. «He perdido ocho años de mi vida». Todas las demás han podido vestir con falda si querían y yo no, cuenta esta madre que le dijo su hija para explicarle por qué no llevaba la ropa deportiva directamente puesta desde casa.
«Llega un momento en que lo entiendes todo. El porqué de tantas rabietas. Es que no le estábamos permitiendo ser quien era«, cuenta esta madre, miembro de la Asociación Estatal de Familias de Menores Transexuales Crysallis, creada recientemente y que sirve de punto de encuentro, apoyo e intercambio de experiencias para este colectivo.
La falta de información reinante en la sociedad, la confusión entre identidad de género y orientación sexual y el hecho de que el término transexual se asocie en pleno siglo XXI a algo chabacano y morboso, lleva a la discriminación y marginación de estos niños y adolescentes trans y sus familias.
En estos días, representantes del Gobierno anunciaron su compromiso de registrar el 15 de diciembre de 2013 el proyecto de Ley Integral de No Discriminación por Motivos de Género y de Reconocimiento de los Derechos de las Personas Transexuales, que incluye entre entre otros puntos la autodeterminación de género.
Esta norma permitirá que la niña que fue a hacerse análisis de sangre al hospital sea llamada delante de todos los demás pacientes por su nombre femenino.
Los menores transgénero podrán cambiar si así lo desean y con la autorización de los padres su nombre y género del carné de identidad y la partida de nacimiento, tal y como ocurre en Argentina.
Gaby, de 6 años, de Málaga, Carlos, de 9, David de 8 y muchos más niños existen y tienen derecho a ser felices.