Creaciones de Anika en el mercadillo de Puerto Marina.
Mari Luz se presentó como «una ama de casa aburrida», pero lleva años aprendiendo japónes y tiene claro que quiere montar un negocio para que turistas asiáticos conozcan Andalucía. Giselle y Marcio, brasileños, van a abrir un local en el que ofrecerán zumos naturales y comida vegetariana en la localidad malagueña de Torremolinos. Lo echan a andar con una mínima inversión inicial y una máxima ilusión.
Anika es creadora de bisutería. De sus manos e imaginación surgen collares con motivos cítricos y anillos florales multicolores que vende en mercadillos. Su idea es montar una tienda en la que pueda mostrar lo que mejor sabe hacer. Lourdes es arquitecta técnica reinventada en diseñadora de faldas coloridas de seda y algodón impregnadas con perfume.
A Jesús le gusta el deporte. Entrena duro y corre en competiciones siempre que puede: quiere abrir una tienda especializada en material de carreras de montaña donde los clientes también encuentren asesoramiento.
Son ejemplos de emprendedores que reman contra la crisis. Emprender se ha convertido en una necesidad ante un desempleo que supera el 27 por ciento y que afecta a la mitad de los jóvenes. El Gobierno anuncia medidas para estimular el emprendimiento pero los bancos niegan el crédito a los que se deciden a emprender. Los mismos bancos que han sido rescatados con millones de euros. Por otro lado, el decidirse tampoco es fácil en una cultura acostumbrada al trabajo por cuenta ajena y fijo para toda la vida. También frena la incertidumbre, que es mucha, ante una crisis económica que ahoga desde hace años y que parece no terminar nunca.