El exilio forzado de los jóvenes españoles

Son muchos los jóvenes españoles que han decidido hacer las maletas y cruzar la frontera ante la falta de trabajo. Pedro se fue a Birminghan y Mariana vive en Edinburgo. Muchas historias diferentes que no caben en un sólo artículo. Distintas, pero con el común denominador del exilio forzado.

«Si los jóvenes que están aquí tuvieran una mínima posibilidad de trabajar y realizarse como personas en su país sin tener que regalarse como becarios, sin tener que vivir de sus padres, sin sentirse esclavos de un sistema que no han elegido y del cual se sienten excluidos, volverían sin lugar a dudas adonde sienten que pertenecen», cuenta Mariana desde Edinburgo, en Escocia, donde trabaja como ayudante de cocina en la cantina de una empresa.

Mariana tiene 25 años y es argentina. A los 15 llegó a España donde terminó el Bachillerato y más tarde la carrera de Traducción e Interpretación en la Universidad de Málaga. Aunque haya nacido en Argentina, se siente una andaluza más.

Cree que si las condiciones laborales en trabajos temporales fueran en España las mismas que en Edinburgo la gran mayoría de la gente que conoce volvería  sin dudarlo.

La mayor parte de los jóvenes ya no viaja por espíritu aventurero, sino que «esta emigración es forzada, como casi todas las migraciones, por lo tanto es dolorosa e incómoda, tanto para el país que los expulsa como para el país que los acoge», comenta Mariana, que vive hace año y medio en Escocia.

Según Mariana, la condición de los españoles que llegan a Edinburgo ha cambiado bastante. «A medida que pasa el tiempo me encuentro con más gente que viene porque no tiene otra opción,  obligados, a trabajar de algo que no es lo que les gustaría».

Los jóvenes se encuentran con una colonia cada vez mayor de españoles «que no luchan por integrarse, lo que repercute negativamente en las relaciones con los escoceses.»Se van viendo más gestos que podríamos describir como xenófobos», alertó y recordó que es el mismo y triste fenómeno que ocurrió en España hace poquísimos años con la llegada masiva de africanos y latinoamericanos.

«La historia se repite lamentablemente, pero los los protagonistas cambian», dijo.

Pedro, un malagueño de 28 años que lleva cinco meses en Birmingham (Reino Unido) donde trabaja y perfecciona su inglés, reconoce que se sintió “forzado” a dejar España para tratar de encontrar un empleo relacionado con sus estudios de Administración y Dirección de Empresas.

“Conozco a muchos españoles en mi situación: En Birmingham somos más de mil y también estamos en Oxford, Londres, Glasgow, Bristol y Bournemouth. Tengo una amiga en Chile y otra que va de camino, resalta.

Marta se fue a Polonia y Vicente a República Dominicana según cuento en  www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=102491

La campaña www.nonosvamosnosechan.org del colectivo Juventud Sin Futuro ha convocado para el 7 de abril movilizaciones en Madrid y otras ciudades españolas, además de en la embajadas del país en el extranjero.

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